Porque sigue mereciendo la pena nadar contracorriente, mantener vivo el criterio propio frente a la marea que intenta uniformar nuestro sentir y nuestro pensar. Porque, por mucho que haya circunstancias que nos hagan pensar a veces que todo está perdido, tú tienes la llave para abrir la ventana y dejar que entre aire fresco, para mantener viva la esperanza…

Ese viaje hacia la nada 
que consiste en la certeza 
de encontrar en tu mirada 
la belleza…

Rozalén (Quién me ha visto y quién me ve)

Enemigo de la guerra 
y su reverso la medalla. 
No propuse otra batalla 

que librara el corazón, 
de ponerse cuerpo a tierra,
bajo el paso de una historia, 
que iba alzar hasta la gloria 
el poder de la razón. 
Y ahora que ya no hay trincheras, 
el combate es la escalera,
y el que trepe a lo mas alto 
pondrá a salvo su cabeza,
aunque se hunda en el asfalto,
 
la belleza, la belleza, 
la belleza, la belleza, 
la belleza.
Míralos como reptiles 
al acecho de la presa,
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión.
Siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbren
su parásita ambición. 
 
Antes iban de profetas 
y ahora el éxito es su meta.
Mercaderes, traficantes, 
más que náusea dan tristeza,
no rozaron ni un instante,
la belleza, la belleza, 
la belleza, la belleza, 
la belleza. 
 
Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón. 
Y ahora que se cae el muro,
ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales.
¡Viva la revolución!
Reivindico al espejismo,
de intentar ser uno mismo.
Es el viaje hacía la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada, 
 
la belleza, la belleza, 
la belleza, la belleza, 
la belleza, la belleza, 
la belleza, la belleza, 
la belleza, la belleza, 
la belleza la belleza, 
la belleza.

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