Lo diste todo. Pusiste todo tu empeño, yo lo sé. Pero sí, te salió mal. Es más, justo al contrario. Deseaste no haberlo intentado. Te dijiste otra vez: “siempre igual”, “esto te pasa por soñar”, “mira cómo a los demás no les ocurre”… Y durante varios días tiraste la toalla, quisiste esconderte bajo las sábanas y no salir hasta que nadie se acordara de tu fracaso. Pero espera. No evites la cita con él. Quizás te dé más luz que el éxito y te ayude a recordar que no todo está en tu mano. Déjate sostener. Déjame cuidarte. Pues conmigo, nada has de temer.
Coldplay (X&Y)