Por la trascendencia del Concilio Vaticano II: acontecimiento nuclear en la historia de la Iglesia en los últimos siglos, sin el cual es imposible comprender no sólo la Iglesia, sino el mundo de hoy.
Por la proximidad a los hechos: el libro narra los acontecimientos sin distancia temporal ni geográfica, convertido en la «caja negra» del Concilio Vaticano. Da acceso directo a las incertidumbres, a las esperanzas y a la cotidianeidad de aquellos años, para llegar a ser un documento histórico imprescindible, afectado por el contexto de un tiempo de renovación y apertura en la Iglesia.
Por el autor: el libro rescata los inicios de José Jiménez Lozano, explorador de todos los géneros con maestría (periodístico, novela, ensayo, cuento, biografía, diario y poesía). Escritor fundamental para la literatura (Premio Nacional de las Letras en 1992 y Premio Cervantes en 2002) y el pensamiento católico en España durante los últimos 50 años, logrado con un estilo sencillo, salpicado con notas de humor y coloquialismo, que sin embargo no sacrifica el rigor intelectual.
Por el tono: se ofrece una visión realista, sin ocultar el conflicto, pero decididamente esperanzada y entusiasta. Permite regresar al Concilio en las mociones que fue despertando, resumidas en una pasión redescubierta por el Evangelio de Jesús y la humanidad a la que la Iglesia es enviada.
«Con el Concilio cada cristiano se enfrenta así a un tremendo examen de conciencia, porque, cada vez que el cristiano no da testimonio de la resurrección de Cristo en sus acciones o ideas, está desfigurando ese rostro divino y reduciendo al hombre a que sus esperanzas se vuelvan puramente inmanentes» (pág. 252).