140 caracteres. Esa es la velocidad en la cual estamos metidos.
140 signos lingüísticos que limitan nuestras expresiones.
No podemos ocupar más espacio.
Ahora tenemos que pensar con tan sólo 140.
Creo que esto es sí que es un signo claro y distinto de cómo es nuestra forma de vida. Puede que la calidad de vida la tengamos mucho mayor, pero la rapidez con las que ocurren las cosas acelera nuestro ritmo y nos desgasta poco a poco.
Pero no puedes pensarlo mucho, porque solo puede ser un pensamiento de 140 caracteres, para poder compartirlo cuanto antes. ¡Date prisa, pero no lo pienses mucho que ocupará más del espacio permitido!
¿Seremos capaces de rezar con tan solo 140 caracteres? 258 tiene el Padre Nuestro y 200 el Ave María. ¿No será que el ritmo de Dios es otro? Él nos ha llamado para amar y servir a los demás y no andar corriendo para todo. A nosotros nos toca buscarle todos los días, pero confiando y esperando su respuesta, pues no podemos exigirle que nos tuitee como nosotros hacemos con Él; un ratito de oración por la noche y “exigimos” respuesta rápida. Pon modo y orden y déjate encontrar.