Las parábolas siguen siendo valiosas. Y esto, justo esto, es lo que hace Hernán Casciari, que es un narrador brillante. Si puedes, busca 22 minutos, prescinde de todo lo demás, y trata de seguir su relato. Su explicación de cómo se produce la crisis financiera, contada «a su hija», y a todos nosotros. Una manera brillante, didáctica y envolvente de contar algunos de los entresijos de la economía contemporánea y el sistema financiero.
No solo merece la pena por el relato en sí (que ya solo por eso está bien empleado el tiempo). Es también una ocasión para pensar en la necesidad que tenemos de entender las cosas que ocurren, de no dejarnos manipular, y para pensar también en el peligro de la ignorancia que se disfraza de arrogancia…
Y es, cómo no, una ocasión para agradecer el papel de los contadores de historias, que nos siguen recordando que las palabras son un arma poderosa.