Machos alfa, una de las series más exitosas de la temporada, relata las crisis personales y afectivas de cuatro amigos y sus parejas. Es una comedia y, como tal, nos ofrece una caricatura de ciertas situaciones sentimentales que, sin embargo, no parecen estar tan alejadas de la realidad. Los protagonistas buscan su felicidad desesperadamente, pero del modo más equivocado posible: hay quien tiene como compañera de vida a una mujer físicamente espectacular con la que no puede compartir ni inquietudes ni problemas; hay quien, para no perder a la mujer que ama, tiene que aceptar una pareja abierta; hay quien mantiene relaciones sexuales esporádicas con mujeres que contacta a través de Tinder como estrategia para olvidar a su exmujer; hay, en fin, quien vive el matrimonio como una cárcel, de la que trata de evadirse con relaciones clandestinas.

Todos son infelices. Y uno no puede dejar de pensar en las palabras de un famoso presentador de televisión que hace algunas semanas dijo que la fidelidad no debía ser parte de la relación de pareja, ya que, según las estadísticas, la mayoría no sabe ser fiel. Lo cierto es que todas esas promesas de parejas abiertas, de poliamor, de intercambio de parejas, de sexo de una noche… esconden en el fondo mucha infelicidad.

La inmensa mayoría encuentra la felicidad en saberse amado hoy y mañana, y el mes que viene, y el año que viene por la misma persona; en poder compartir las alegrías, pero también las dificultades, con alguien que nos conoce bien; en poder abandonarse en un abrazo en nuestros momentos más débiles. La vida de las parejas estables no es ni mucho menos de color de rosa. Pero si apuestan por no dejar morir el amor, por mantener el diálogo, por saltear la rutina con ocasiones especiales, por apoyarse cuando llegan los momentos duros, por confiar en las crisis, por respetar el espacio de cada uno… emprenden un camino que conduce de manera mucho más segura hacia la felicidad.

Si has encontrado a la persona con la que compartir tu vida, no te dejes confundir por espejismos y promesas vanas, y lucha por construir una relación que te lleve a vivir ese amor con hondura. Si aún no la has encontrado, búscala, espera a que llegue y no vayas malgastando el tesoro de amor y de respeto que guardas en tu interior en encuentros fugaces y relaciones superficiales que te dejarán herido.

 

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