Proliferan las apuestas en Internet. Sirva de muestra un botón: misapuestas.com, apuestasdeportivas.com, apuestasinternet.net, quinielaonline.com, betfair.com, bwin.com, loteriasyapuestas.es, lotojuegos.com, iapuestas.com, 888.com, apuestalo.com, qweb.es, apuestashoy.com, onlinebookies.eu. 

Os invito entonces a hacer una apuesta. Disponéis de 100 Euros y tenéis que apostarlos de alguna manera. ¿Qué haríais? ¿Sois de los que diversifican o de los que arriesgan todo a un solo número? ¿Haríais cinco apuestas de 20 € o una sola apuesta de 100 €? Diversificando el riesgo se divide por cinco, pero también la satisfacción. Concentrando tienes muchas más posibilidades de perderlo todo, pero ¿y si ganas? Si ganas, lo ganas todo. Sea como sea, es importante caer en la cuenta de que disponemos de un capital limitado. Disponemos de 100 € y ese es todo nuestro capital. Podemos pasarnos la vida lamentando que es muy poco y no mover pieza porque, total, lo que puedes ganar no vale el riesgo de perderlo todo. Hay quien, por el contrario, ignora el capital que tiene y pasa la vida apostando un dinero del que no dispone, y a quien, tarde o temprano, le pasa factura. 

¿No sería mejor dejar de empecinarse en vivir una adolescencia perenne? Mientras unos arriesgan inconscientemente un capital que no es suyo, otros pretenden una vida de Monopoli, donde el dinero es falso y las apuestas duran lo que dura la partida. 

Hay quien apuesta con cuentagotas, miniapuestas sin riesgo en las que nunca te pillas los dedos y lo que ganas lo sigues invirtiendo en otras apuestas pequeñas en las que nunca pierdes ni ganas demasiado. Son vidas de tragaperras. Me pregunto si no vivimos inmersos en este modelo de miniapuestas múltiples y sin riesgo. Miniapuestas existenciales donde invertimos el mínimo, con resultado inmediato y cancelación exprés sin necesidad de pasar por caja, ¿me explico? Me pregunto si se acabaron las grandes causas y no nos quedan más que estas pequeñas apuestas indoloras. No es que las grandes apuestas sean hoy combatidas ideológicamente, simplemente suenan raro, como venidas de otro mundo, aptas sólo para unos pocos héroes que parecen marcados por el destino. Es más, se admira a aquellos que lo apuestan todo a un sólo número y, en el fondo, se desearía tener como ellos una gran causa por la que invertir la vida entera. Pero no se tiene. 

Sea como sea, no deberíamos engañarnos, son 100 € y no disponemos de un tiempo infinito para ver lo que hacemos con ellos.

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