Navidad es tiempo de celebrar, tiempo de recogernos, tiempo de familia… Pero es también tiempo que trae nostalgia y cierta dificultad a muchas familias… Desde la fe, hay un mensaje claro y potente que se abre paso: Él vino a traernos la Vida. Y esto se hace presente cuando nos exponemos, arriesgamos, cuando salimos fuera, a la intemperie… amando, transformando, en lo desconocido. Así es como Dios nacerá.
Puedes mirar tantos rostros de hombres
que luchan por su dignidad
Puedes mirar a sus hijos
forjando la rabia que da el mendigar
Puedes decir que tus manos
son poco argumento para tanta necesidad
Pero no cantes, no digas:
¡llegó la esperanza y la paz! ¡llegó la Navidad!
Puedes soñar con las fiestas,
creer que esta magia de la Navidad
Nace cual brota en la tierra semillas
que a todos van a alimentar
No seas ingenuo, ¿a quién crees que engañas?
Son muchos los que mueren en Navidad
Si cantas a la Esperanza, sea con tu vida,
así es como Dios Nacerá.
Vino a nacer en la ruina
y esa colina su magia encumbró
Solo arriesgando su sangre
mató aquella hambre que el mundo tiene de verdad
Vino a traernos la vida
y esa colina su magia encumbró
Sigue naciendo escondido,
amando sin ser conocido y así seguirá…
Nace en tu voluntad,
nace en cualquier parte que diga verdad
Nace sincero en el hambre diciendo:
¡adelante, no te dejes pisotear!
Nace si arriesgas tu vida,
si eres sincero si anuncias verdad
No con palabras vacías.
Asumiendo el riesgo de que veas con claridad
que este mundo se muere con tanta mentira,
con tanta impiedad…
y que Dios nace en tu vida si no es un ensayo,
si vives con intensidad
Vino a nacer en la ruina
y esa colina su magia encumbró
Solo arriesgando su sangre
mató aquella hambre que el mundo tiene de verdad
Vino a traernos la vida
y esa colina su magia encumbró
Sigue naciendo escondido,
amando sin ser conocido y así seguirá…