nuestra roca

«Bendito el Señor, mi roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la batalla» (Sal 144, 1)

¿Cómo poder decirte que lo eres todo? ¿Cómo hacer de Ti el centro de la vida? ¿Cómo atreverse a abrazar tu evangelio, sin reservas? ¿Cómo construir nuestra casa sobre el suelo firme de tu vida? Son muchas preguntas, señor. Y, con todo, debe ser posible. Pero no hay que jugar a decirlo, como que fuera lo más fácil del mundo. Más bien hay que decirlo en voz bajita, y tratar de ir haciéndolo real. Hacerte espacio lleva tiempo. Supone vaciar muchos trasteros que tenemos llenos de morralla. Y atreverse a creer en tu vida.

  • ¿Qué es lo más difícil en el seguimiento de Jesús para mí?

El amor

 

Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorgojea al oído
y le gorgojeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me deshace
lo rompo
me ayuda
lo levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
ríe y río
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
- no se trata de amor
damos la vida-
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.

 

(Idea Vilariño)

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.