Eliges tu ropa, tu desayuno y con quién comes cada día. Eliges tus amigos, tus estudios y tu peinado cada fin de semana. Eliges vivir de tu pasado, de tu presente o de tu futuro. Eliges Vivir, vivir o sobrevivir. Eliges la vida, la no vida o simplemente no eliges. A veces, hay razones para elegir una u otra opción. ¿Pero cuáles son tus razones cuando no hay razones? Porque si no las tienes, tal vez acabes embarcándote en viajes vacíos, que te llevan a ninguna parte. (Trainspotting, Danny Boyle 1996)

Y ahora, ¿qué tal si te preguntas tú por todo eso que eliges (o no)?

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