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Sinopsis

Pierre Brochant se reúne cada miércoles con sus amigos en una cena, en la cual se disputan el honor de ser el que lleve al invitado más idiota. En esta ocasión, Brochant no ha encontrado aún a un incauto al que llevar, por lo que se deja aconsejar por un amigo, que le recomienda llevar a François Pignon, un funcionario de Hacienda obsesionado con fabricar esculturas de cerillas. Como aún no lo conoce, Brochant decide invitarlo a su casa, lo que se convierte en una de las peores decisiones que jamás haya tomado.

¿Por qué ver "La cena de los idiotas"?

  • Porque es una buena película hecha con pocos recursos y mucho ingenio. El punto de partida, un guión teatral fabuloso.
  • Porque, a poco que te dejes envolver por la trama, te ríes. Mucho. 
  • Por el trabajo de todos los intérpretes, especialmente el duo formado por Jacques Villeret y Thierry Lhermitte. Tanto Villeret -actor principal- como otro de los secundarios (Daniel Prévost) se hicieron con el premio Cesar en la edición de 1999. También fue premiado el guión de Francis Veber, y la cinta tuvo nominaciones para el director, la actriz de reparto (Catherine Front) y la propia película.
  • Porque acierta al optar por un desarrollo rápido. Su duración (77 minutos), en un tiempo en el que parece que las películas tienen que durar más de dos horas, demuestra que el arte de contar historias no necesita mucho tiempo, sino buen tiempo. 
  • Porque juega a la caricatura. Los dos personajes principales, el cínico Pierre Brochant, y el ‘idiota’ Francois Pignon, pueden ser exagerados en sus rasgos, pero son fácilmente reconocibles. En un mundo donde abundan los abusadores, el bullying, la burla disfrazada de buen rollo, y la indiferencia ante el prójimo, hay mucho Brochant. Pero también es verdad que hay muchas personas capaces de desquiciar a otros, como ese Pignon desquiciante pero que también se demuestra capaz de manipular, seducir y mover las cosas a su favor.

Para pensar

1. El punto de partida de La cena de los idiotas es la disposición de un grupo de amigos para burlarse de gente a la que consideran inferior. ¿Se pueden detectar en nuestra sociedad ese tipo de prejuicios, ese tipo de esnobismo, esa facilidad para mirar y juzgar al otro sin entrar jamás a un contacto o relación personal?

2. Hay tres temas que forman parte (indirecta, pero evidente) de la trama: la diferencia de clases, los prejuicios, y el amor. ¿Qué te parece que plantea la película sobre cada una de esas cuestiones?

3. En un momento de incuestionable lucidez, Pignon habla con la mujer de Brochant, y le dice: «Estoy preocupado por él. Porque yo sé que la gente puede morirse… de amor». Y en esa conversación se recoge su propia historia y sus fracasos, y se constata que, al final, para las cuestiones esenciales, todos somos muy semejantes. 

4. La señora Brochant expresa su dolor: «Él no me quiere. Él no quiere a nadie». ¿Crees que hay gente incapaz de querer? ¿Nos olvidamos de cómo amar?

5. ¿Por qué la diferencia (real) se convierte en prejuicio (innecesario)?

 

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Título original

Le dîner de Cons

Direción

Francis Veber

Guión

Francis Veber

Reparto

Tierry Lhermitte, Jacques Villeret, Francis Huster, Daniel Prévost, Alexandra Vandernoot, Cahterine Front

País

Francia

Año

1998

Duración

77 min

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