- Porque además de ganar el premio al mejor director en Málaga y el mejor documental de Feroz, tiene un ritmo interno de muy fácil visionado.
- Porque la realización del documental lleva al espectador a entrar en las conversaciones, como si estuviéramos en el documental. Aviso, que alguno puede incluso responder y replicar a lo que vemos en pantalla.
- Porque todos nos hacemos las mismas preguntas y buscamos la conversión. Unos radical, como San Pablo, San Agustín o Paula y María (protagonistas del documental), y otros necesitamos conversiones del día a día.
- Porque la experiencia del Espíritu Santo, que nos dejó Jesucristo, hay que vivirla; pero si la vemos en otros, contemporáneos a nosotros, nos facilitará reconocer cómo es el paso de Dios en nuestras vidas de hoy.
- Porque el documental nos presenta la fe sólida de personas como tú y como yo, que expresan verdades doctrinales con palabras cotidianas. Dios se revela a gente sencilla.
Sinopsis
La estupefacción de vivir rodeado de personas que se convierten al cristianismo católico, mientras sigues en un cómodo agnosticismo es lo que provocan al director de este documental a tratar de comprender qué está pasando para seguir sin comprender la necesidad de un Dios que no se ve. De hecho, es el director el que se encuentra en esa tesitura de vivir rodeado de católicos que poco a poco van compartiendo sus experiencias de vacío y sinsentido que, tras el encuentro con Dios, reconocen un cambio total en su modo de vivir al ganar en libertad por haber encontrado la Verdad.¿Por qué ver "Converso"?
Para pensar
- ¿Qué tipo de experiencia tengo del Espíritu Santo? ¿Sabría responder de modo tan claro en esas mismas conversaciones con mi hermano, amigo,…?
- Si soy de los convencidos, ¿qué aprendo de la experiencia de Dios de estas conversaciones?
- Si soy de los conversos, ¿qué me une a las respuestas que escucho en el documental?
- «Spiritus [Ruah]… El significado original de la palabra es viento. El Espíritu Santo es el que mueve a los cristianos, cada uno a su manera. Como en el órgano, hay tubos pequeños, grandes, anchos, pero es el mismo viento que mueve a todos. La Iglesia es como un órgano. Es el Espíritu Santo el que hace sonar los diversos tubos y todos forman una armonía, un acorde«.