Un día escogí ser
reflejo sin sol,
agua sin fuente,
voz sin garganta
y me perdí en mí.
Tú me guardaste,
sol en tus ojos,
agua en tus manos,
voz en tu oído
y me encontré en ti.
Desde entonces,
Tú me iluminas,
Tú me fecundas,
Tú me pronuncias
y te encuentro en mí.
Yo solo, ¿qué puedo ser?