Tú mi refugio

En ti, Señor, me cobijo,

no quede nunca defraudado.

Líbrame, conforme a tu justicia,

atiéndeme, date prisa.

Sé tú la roca de mi refugio,

fortaleza donde me salve

porque tú eres mi roca y mi fortaleza

por tu nombre me guías y me diriges.

Enséñame a caminar por tus sendas

en tus manos pongo mi vida

y me libras, Señor, Dios fiel.

 

Tú me libras en las tormentas,

me defiendes en la lucha,

me orientas en las sombras,

me conduces en la vida.

Cuando estoy en apuros

y la pena debilita mis ojos,

mi garganta y mis entrañas…

cuando pierdo las fuerzas

en ti confío, Señor:

me digo: «tú eres mi Dios».

Por Salmo 103

Te puede interesar

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.