Tengo un Dios

Yo tengo un Dios único,
nada ni nadie se le compara.
Tengo un Dios que se me revela,
tengo un Dios que se hace carne,
tengo un Dios que se hace pobre.
Tengo un Dios que me perdona,
y me perdona siempre.

Tengo un Dios que me quiere «sin maquillaje»,
y eso me tranquiliza.
Tengo un Dios que me da Vida,
porque yo no tengo.
Tengo un Dios que,
no me juzga,
no me agobia,
no me pide cuentas,
sino que me anima y consuela en el camino.
Tengo un Dios que me espera,
todo el tiempo que haga falta.
Tengo un Dios disponible,
a todas horas y en todo momento.
Tengo un Dios que se me entrega siempre,
todos los días.

Yo tengo un Dios inigualable,
nadie ni nada se le compara.

 

 

Te puede interesar

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.