Decir tu nombre, María

Decir tu nombre, María, 

es decir que la Pobreza 

compra los ojos de Dios.

Decir tu nombre, María, 

es decir que la Promesa 

sabe a leche de mujer.

Decir tu nombre, María, 

es decir que nuestra carne 

viste el silencio del Verbo.

Decir tu nombre, María, 

es decir que el Reino viene 

caminando con la Historia.

Decir tu nombre, María, 

es decir junto a la Cruz 

y en las llamas del Espíritu.

Decir tu nombre, María, 

es decir que todo nombre 

puede estar lleno de Gracia.

Decir tu nombre, María,

es decir que toda suerte

puede ser también Su Pascua.

Decir tu nombre, María, 

es decirte toda Suya, 

Causa de Nuestra Alegría

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