Cuando anda el patio crispado y la gente a menudo se enfada, se indigna y encuentra enemigos en todos los frentes. Cuando el ámbito público parece un campo de batalla entre bloques. Cuando la prensa tiene titulares estridentes día sí y día también. Cuando las personas no aprendemos a lidiar con el conflicto, la invitación a amar es un grito radical, diferente y hasta transgresor. Un amor evangélico que tiene muchos nombres.