Una de las experiencias que se tienen normalmente al hacer Ejercicios Espirituales es la de que lo que uno hace tiene sentido. 

Ésta es la razón por la que San Ignacio recomienda «apartarse de amigos y conocidos». Porque, la vorágine de la cotidianidad muchas veces nos agobia, entristece, provoca ansia o nos roba perspectiva. 

Éste es precisamente el punto que me recordaba el acompañante de mis Ejercicios de este año. Cómo en la vida espiritual, al igual que en el arte, es necesaria la perspectiva. Y estuvimos recordando varias obras de arte que, precisamente por estar pensadas para ser vistas desde lejos, al ser vistas desde un primer plano, nos parecen deformes, desproporcionadas e incluso grotescas o feas. 

Algo así nos pasa en nuestra vida. Por ello es necesario, de tanto en tanto «separarnos de ella», para contemplarla desde la perspectiva correcta, que es aquella desde la que Dios la ve. Cuando hacemos eso, dejándonos iluminar desde lo alto, resulta que las cosas, incluso las más difíciles, tienen sentido.

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