Hay canciones que, en su sencillez, nos recuerdan verdades como puños. Obviedades que necesitamos repetirnos constantemente y afirmar con rotundidad. De todas ellas, hay una imprescindible. Que el amor lo transforma todo: el tiempo, el barro que somos, los intentos, la muerte, que da luz, que da vida. Sólo el amor. En realidad, lo único que cuenta. Lo único que queda.

Leon Gieco,  (Verdaderas Canciones de Amor)

SOLO EL AMOR

Debes amar,
La arcilla que va en tus manos,
Debes amar,
Su arena hasta la locura
Y si no,
No la emprendas

Que será en vano
Sólo el amor
Alumbra lo que perdura,
Sólo el amor
Convierte en milagro el barro

Debes amar,
El tiempo de los intentos,
Debes amar,
La hora que nunca brilla
Y si no
No pretendas tocar lo cierto
Sólo el amor…

Sólo el amor
engendra la maravilla,
Sólo el amor
consigue encender lo muerto

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