Pasamos por la vida, y los lugares se van llenando, para nosotros, de memorias. Un bar evoca una conversación, una declaración de amor, o una ruptura. Una esquina donde una vez nos besamos. Una casa poblada de recuerdos de algún ser querido. Un lugar donde fuimos felices, o profundamente desgraciados. Esos espacios se van convirtiendo, para nosotros, en memoria viva. Y, aún vacíos, están habitados por nuestras memorias y nuestras esperanzas. Te invitamos, en estos días, a adentrarte en los lugares de la pasión. Y llenarlos con el relato de La Pasión, esa que es para nosotros verdad y escuela. Pero también con tu propia vida, en lo que tiene de seguimiento tras las huellas del que supo amar hasta el fin.