El hombre de hoy vive, podríamos decir, obsesionado por la conquista de la libertad. Por ello rechaza todo aquello que, a su juicio, le aparte de ella o la coarte. Entre estas realidades se encuentra, paradójicamente la religión en general y la cristiana en particular. Paradójicamente porque, en este libro se confirma algo que, no por ser muy sabido es muy seguido o practicado, como es el hecho de que la fe en Jesucristo es la que nos da la verdadera libertad ante todo aquello que pueda acaecernos en la vida, por negativo o frustrante que sea. Desde ahí, el autor hace un profundo recorrido por las realidades más fundamentales de la vida en el que, con palabras muy sencillas invita a aceptar desde la fe aquello que se vive para así poder encontrar su sentido y nuestra fortaleza en Dios.

Existen tres actitudes posibles frente a aquello de nuestra vida, de nuestra persona o de nuestras circunstancias, que nos desagrada o que consideramos negativo.
La primera es la rebelión: es el caso de quien no se acepta a sí mismo y se rebela: contra Dios que lo ha hecho así, contra la vida que permite tal o cual acontecimiento, contra la sociedad, etc. (…). El problema está en que no resuelve nada, por el contrario no hace sino añadir un mal a otro mal y es fuente de desesperación, de violencia y de resentimiento.
A la rebelión tal vez se suceda la resignación (…). Sin embargo, es insuficiente; quizá sea una virtud filosófica, pero nunca cristiana, porque carece de esperanza. La resignación constituye una declaración de impotencia, sin más. Aunque puede ser una etapa necesaria, resulta estéril si se permanece en ella.
La actitud a la que conviene aspirar es la aceptación. La aceptación me lleva a decir «sí» a una realidad percibida en un primer momento como negativa, porque dentro de mí se alza el presentimiento de que algo positivo puede estar brotando de ella. En este caso existe, pues, una perspectiva esperanzadora (…). La actitud del corazón es muy distinta, pues en él anidan ya -podríamos decir que en un estado embrionario- las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad. 
(pp. 31-33).

Porque todos buscamos ser libres, y todos nos equivocamos o desorientamos en esta búsqueda debido a que las diferentes propuestas de nuestro alrededor anidan en nuestro interior. Por eso conviene acercarse a recordar verdades que, no por haber sido escuchadas muchas veces son sabidas y que pueden ayudarnos a ser verdaderamente libres independientemente de las circunstancias que la vida nos depare.

Editorial

Ediciones Rialp

Año de publicación

2022

Páginas

164

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