El autor de este librito, Pablo D’Ors, es capaz de describir con precisión de cirujano y sensibilidad de cariñoso artesano el proceso interior que iba viviendo mientras dejaba que la meditación silenciosa se fuera haciendo connatural a él, a su modo de vivir, a su búsqueda personal de absoluto y de Dios. La meditación, como práctica continuada de silencio que se observa a sí mismo, nos concentra y nos recoge, nos devuelve al hogar personal del que tanta superficialidad y exterioridad nos están desahuciando, nos enseña a vivir con nuestro ser, agrieta la estructura de nuestra personalidad hasta que, de tanto hacer silencio dentro de uno mismo, la grieta se ensancha y la vieja personalidad se rompe, permitiendo que, como una flor, comience a nacer una nueva más auténtica y mejor. Meditar es asistir a este fascinante proceso de muerte y renacimiento. Sin que el autor lo diga, la meditación nos ayuda a hacer verdad en nosotros el Misterio Pascual.
Pablo D’Ors es sacerdote, discípulo zen y escritor. En busca del silencio que intenta biografiar en sí mismo, ha peregrinado a pie a Santiago de Compostela, ha viajado al desierto desnudo del Sahara, a la cuna de los monjes griegos, el Monte Athos y al lejano y sugestivo Himalaya.