Seguramente este vídeo servirá a muchos gurús de la autoayuda a hablar del camino hacia el éxito. Servirá, en una sociedad que se considera autosuficiente, para hablar de cómo la persona que persigue el éxito cae en su recorrido y se levanta. Dirán: «caerse esta permitido, pero ¡levantarse es obligatorio!» Utilizarán esta coletilla y muchas otras para hablarnos de nuestra autosuficiencia para alcanzar el éxito, seguramente limitándolo al éxito profesional.
Sin embargo, la mirada bien entrenada será capaz de ver más allá, y de fijarse en el elemento diferencial: la colchoneta elástica. Nuestro camino hacia el éxito, que se traduce como el camino hacia el Cielo, tiene la suerte de tener una colchoneta elástica con nombre y apellido: Dios.
Nuestro camino hacia el Cielo estará marcado por caídas desde más altura (solo por el hecho de que el Cielo, sin duda, está más alto); estará marcado por caídas que nos hagan retroceder desde el último al primer escalón; estará marcado por una meta que a veces no alcanzamos ni a ver.
Y una mirada bien entrenada será capaz de ver, mientras cae, dónde está posicionada la colchoneta elástica para caer justo en ella. Para que ésta le arrope, le acoja, adquiera su forma y le lance a donde ésta le quiera devolver. Repito: a donde ésta le quiera devolver. Porque a veces, al caernos, queremos volver al mismo escalón desde el que caímos; y la colchoneta elástica tiene más cosas que enseñarnos en nuestro camino hacia el Cielo.
Pero no le quitaré del todo la razón a los gurús del siglo XXI en que nosotros tenemos que poner de nuestra parte. Para entrenar la mirada, para aceptar el escalón al que nos toque volver y para seguir intentando alcanzar el éxito: para seguir intentando alcanzar el Cielo.