Ayer llegaba de viaje de Ucrania y Polonia, después de una visita a nuestros equipos del Servicio Jesuita al Refugiado (JRS) y del XV Aniversario de JRS Ucrania. Como os imaginaréis una realidad muy dura en estos contextos de guerra. ¿Cómo celebrar la vida en medio de tanto sinsentido?

La celebración fue un verdadero milagro, pues las alarmas antiaéreas nos respetaron en la tarde en la que tuvo lugar. Hubo en el aniversario un tiempo para el arte que nos ayuda a expresar la profundidad del alma humana. Una joven madre ucraniana, fotógrafa, desplazada por la guerra y beneficiaria de los servicios del JRS en Lviv, presentaba una hermosa exposición fotográfica de retratos de niños que viven en nuestros albergues.

En sus rostros muestran la inocencia, la alegría y también el profundo dolor que les ha tocado vivir desde el inicio de la guerra. La fotógrafa compartió su testimonio vocacional en medio de tanta violencia y el reto que ha supuesto sacar adelante a un hijo autista, viviendo un desplazamiento continuo.

Algo que me impacto mucho fue la visita a uno de los cementerios. Cada día desde que empezó la guerra en nuestra parroquia, mañana y tarde se celebran funerales por soldados muertos, de esos que no salen en las noticias de ninguno de los dos bandos. En este cementerio se abrió un espacio para estos soldados.

Visité el cementerio con un joven jesuita ucraniano, y rezamos ante las tumbas de casi toda su clase del colegio, que ya están allí. ¿Cómo celebrar la vida en medio de tanto sinsentido?

Esta fragilidad y vulnerabilidad está siendo un momento de gracia para el JRS en Europa, pues nos está ayudando a crecer como una familia, cuidando los unos de los otros. Esto nos decían un grupo de familias ucranianas que se encuentran en los centros de acogida del JRS: «Estamos muy agradecidos por vuestra presencia, ya que significa mucho para nosotros y para nuestros hijos. A vuestro lado nos sentimos seguros, protegidos y apoyados. Hoy estamos muy contentos por vuestra cercanía y apoyo».

¿Cómo celebrar la vida en medio de tanto sinsentido? Celebramos la vida en estos momentos complejos cuando cuidamos, cuando somos más familia, y cuando vislumbramos cómo el Dios de la Vida sigue resucitando y abriéndose paso ante tanto dolor y sinsentido.

 

Te puede interesar