«He aquí a tu Hijo: he ahí a tu madre» (Jn 19, 26)
Alguien para acompañarte en las horas difíciles. Alguien que te abrace ahora que lloras a mis pies. Alguien que te sostenga en estos momentos trágicos. Alguien que comparta tu pérdida… y que también estará en las horas buenas, que llegarán. Alguien que te cuide y a quien cuides…
No estamos solos, ni en las horas más oscuras. Amigos, madres, hijos, parejas, colegas. Y como creyentes, tenemos a más gente al pie de la misma cruz, a innumerables hombres y mujeres de Iglesia que han sido y son compañeros de camino, de esfuerzo, de lucha, de errores, de búsquedas y de amor. Ahí estamos.
- ¿Te sientes solo en el seguimiento de Jesús?
- o, por el contrario, ¿Sientes que hay más gente como tú, acompañando, a veces animándote, abrazando?
- ¿Y sientes que ayudas a otros a afrontar los momentos difíciles?
- ¿Quiénes sientes que son ‘los tuyos’?
- ¿Quién puede contar contigo?
Para leer:
Contigo
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
(Luis Cernuda)