Enfadarse
…de vez en cuando no está mal. Parecería que en nuestra era new age, del balance, el equilibrio y la paz interior, hay que aspirar a estar siempre moderadamente serenos; alegres, o en todo caso, sobrios. Parece que hay que perseguir una armonía que no permita la zozobra o la tormenta. Pues no. A veces está muy bien inquietarse, gritar (por dentro o por fuera), discutir si conviene. A veces hay que enfadarse, pedir explicaciones (eso sí, sin perder en el camino la capacidad de escuchar o encajar la parte de frustración o de error). Una bronca con un ser querido no es el drama de una vida, sino a veces también sendero.