Muchas veces nos hemos preguntado qué pasaría si vida extraterrestre contactara con nosotros. Son muchas las películas que han tratado este hecho hipotético desde todas las perspectivas posibles. Desde la infantil E.T. a la cómica Mars Attack!, pasando por la más bélica Independence Day. Son muchas las formas en las que hemos soñado en el contacto con vida inteligente más allá de nuestro planeta. Ahora es la Universidad de Arizona la que está estudiando nuestra reacción ante el contacto con extraterrestres y van sintetizando que la tónica general sería positiva y de acogida más que de contemplarlo como un riesgo.

¿Y nosotros, como creyentes? ¿Cómo nos situaríamos? Quizás lo más espontáneo que nos surge sea situarnos en clave de hospitalidad. Algunas veces en las películas vemos como ante la llegada de seres de otros planetas la reacción va desde el contemplarlos como enemigos a acogerlos como seres superiores, casi mesiánicos. La hospitalidad del cristiano es algo distinta a esto. Se trata de intentar comprender al otro, ponerse en su lugar y conocer sus intenciones antes de juzgarlo y medir la reacción adecuada a ese juicio.

Otra clave sería la evangelización. Igual que en otros tiempos, nos encontraríamos con seres inteligentes que no han conocido ni lo más mínimo del mensaje y la historia de Jesús. Quizás este sería el punto interesante. Ahora que nos preguntamos por cómo transmitir el mensaje de la fe –y nos cuesta trabajo, porque no encontramos ya a quien nunca haya escuchado hablar de Jesús, y por tanto, tiene ya sus ideas y prejuicios sobre la fe– quizás imaginarnos la situación de comunicárselo a quién tiene la mente en blanco, a un extraterrestre, puede darnos claves interesantes para cómo evangelizar de un modo nuevo, sin el prejuicio del «ya saben de qué voy a hablarles y no les interesa» que muchas veces nos tienta.

Aunque quién sabe, quizás cuando vengan a visitarnos nos hablen también de Dios ¿te lo imaginas?

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