La amistad es quizás la mejor relación humana que existe. Es gratuita, libre, simbiótica. Decir de alguien amigo es un tesoro. Los amigos se conocen bien, hay sinceridad entre ellos, desean siempre el bien del compañero, saben acompañar las diversas situaciones de la vida, aprenden a escuchar y a decir libremente para bien del otro. La amistad es un lugar de acogida continuo, de sentido del humor y de ayuda mutua.

El avanzar en la vida nos puede situar más o menos lejos de los amigos y surgen nuevas amistades que se incorporan. Por tanto, no siempre tenemos la suerte de contar cotidianamente con una persona amiga. Quizás por motivos familiares está ocupada o por trabajo vive fuera. Sin embargo, uno sabe quiénes son los verdaderos amigos más allá de su ubicación geográfica o momento vital.

Agradecer los amigos es algo natural que nos lleva a mostrarlo de multitud de maneras. Quizás una de las más importantes sea una llamada de vez en cuando. ¿Y esto por qué? Muy sencillo. En primer lugar, es la forma de hacerle sentir que estamos cerca, que nos interesa conocer cómo está y que le seguimos queriendo como siempre. También, es el cauce para comunicarse las novedades de la vida de uno y otro, lo relevante. Es curioso, pero en una conversación entre amigos que no hablan desde hace tiempo se va a lo esencial con cierta celeridad y con una hondura que no se da con cualquier otra persona. Los amigos intuyen cómo se encuentran por el tono, por el cambio de rutinas, la falta de noticias o el exceso de llamadas de atención. Los amigos olfatean las necesidades, carencias y éxitos. Además, llamar no es un mensaje frío que se queda en lo superficial, sino que es escuchar la voz del amigo. Finalmente, un toque a tiempo es el agua que riega la relación. Sin ella se acabará secando y la amistad se convertirá en meros conocidos. Y en esto hay tanta diversidad como personas: hay quienes se llaman cada día, una vez al mes o por estaciones.

Si esa persona sigue siendo relevante, si la quieres, si te importa su futuro, si es tu amiga, no lo dudes. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Empieza por un toque.

Descubre la serie Propósitos

Te puede interesar

PastoralSJ
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.