No sabéis lo que habéis hecho

Merece la pena ver este vídeo, escuchar este discurso, dejarse tocar por la absoluta sinceridad de un agradecimiento que desborda por todos los poros. «Ustedes no saben lo que han hecho», decía Jesús Vidal al recoger su premio como mejor actor revelación en la gala de los Goya. ¿Qué es eso que no saben los académicos que han hecho?

Quizás han reconocido, en una época en que la discapacidad se ve como un obstáculo a evitar, que la capacidad o la discapacidad no es lo que define a una persona.

Quizás han contestado, a lo mejor sin darse cuenta, a una cultura que muchos promueven, y que en nombre de una libertad mal entendida va poniendo cada vez más alto el listón de lo deseable y, en consecuencia, descarta lo que no encaja.

Quizás han puesto el foco en lo que normalmente es invisible. Y al darle esta tribuna al actor, han permitido que, en cuatro minutos de discurso, demuestre una humanidad que demasiadas veces queda oculta en este mundo de discursos que suenan a artificio y a ego.

Quizás han permitido que, por una vez, las palabras inclusión, visibilidad y diversidad salgan del terreno de estereotipos y discursos políticamente correctos y muestren todo su potencial.

Quizás han abierto la puerta a una frase final «Queridos padres, a mí sí me gustaría tener un hijo como yo, porque tengo unos padres como vosotros», que define varias vidas. Esos padres que han hecho sentir amado a un hijo, y al hacerlo, le han dado coraje, dignidad, sentido y dicha, son hoy testigos de que el amor verdadero es posible.