• serjesuita
  • magis
PastoralSJ
  • ser
  • creer
  • vivir
  • biblia
  • recursos
    • orar
    • profundizar
    • oír
    • leer
    • ver
  • PastoralSJ
    • ser
    • creer
    • vivir
      • biblia
        • Libro
        • Busqueda
      • recursos
        • orar
        • profundizar
        • oír
        • leer
        • ver
    youtube twitter facebook

    ¿Perfectos?


    Especialmente en épocas de polarización, resulta muy angustioso el discurso de quienes se sienten en posesión de la verdad (la suya, sea cual sea, porque de estos hay en todos los bandos, en todos los barcos, en todos los proyectos). Parece que lo tienen todo claro, que nunca dudan, que desayunan con Dios que les da instrucciones todas las mañanas… parece que son los garantes de las esencias, los perfectos, que saben muy bien condenar aquello que no les afecta… ¡Ay! qué fastidio. Dios, y su verdad, nos desbordan por todos lados, y bastante tenemos con irlo comprendiendo, poco a poco, desde la aceptación honesta de nuestra ignorancia.

    navigate_next
    ¿Perfectos? Imagen 1

    «Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: 'Aquel de vosotros que esté libre de pecado, que le tire la primera piedra'.» (Jn 8, 7)

    La tentación del maniqueo

    La tentación del maniqueo consiste en dividir el mundo en buenos y malos. Los míos y los  otros. Lo mismo da si hablamos de política, de religión, de economía… Cierto es que no todo da igual, y que hay cosas buenas y malas. Pero normalmente nadie está en posesión de toda la verdad. Ojalá supiese aceptar mi propia dosis de equivocación, y respetar el desacuerdo con otros. Ojalá el diálogo fuese  en mi manera de actuar menos un eslogan y más una forma de profundizar en las cosas para buscar lo que más se aproxima al evangelio. Ojalá tratase de descubrir la parte de razón que tiene el otro. Porque de otro modo, termina uno etiquetando siempre al que piensa distinto… (tú eres un rojo, y tú facha, tú eres un inmoral, y tú un fundamentalista, tú un intransigente, y tú un frívolo, tú un intolerante, y tú un acrítico, tú un voluntarista y tú un blando... y así sucesivamente). En cualquier caso líbranos, Señor, de maniqueísmos de todo extremo, de descalificar sin más al otro. De creernos en posesión de la verdad. Porque, de otro modo, cuando descubramos nuestra porción de noche nos ahogará.

    ¿Cómo solucionar esa tensión; no aceptar indiscriminadamente todo, pero al tiempo, no vivir instalado en la condena de quien es distinto, cree distinto, siente distinto, piensa distinto, ama distinto…? 

    Examen del maniqueo

     

    Cuántas veces ha sido humillada tu soberbia: 

    la soberbia del maniqueo. 

    Cuántas veces has tenido que beberte las lágrimas de hiel 

    de no ser puro como un ángel.

     

    ¿De qué vale sutilizar los argumentos? 

    Sí, has colaborado con todo lo que odias,

    con la múltiple, infinita cara del mal.

    ¿En mínima medida? ¿Sólo por omisión? ¿Sólo para ganar el pan? 

    Nada puede consolarte.

    Nada: porque mientras menor o más irrechazable haya sido tu complicidad, 

    más esencial es tu miseria,

    y mientras creías estar amparando en tu casa a los dioses siempre derrotados,

    no eras más que un oscuro obrero de la monstruosa construcción.

     

    Y así, cuando llegues a la presencia de tu Señor, no podrás decirle: 

    «fui puro, no pacté, no mezclé mi alma con las tinieblas»,

    sino tendrás que confesarle:

    «soy esta mezcla deleznable,

    me fue impuesto el insulto de la promiscuidad,

    tuve que dar al César lo que es del César

    y al cuerpo lo que es del cuerpo,

    soy uno más, perdido y manchado, en el rebaño,

    quise salvar la luz, pero no pude».

     

    Cintio Vitier

     

    navigate_next
    ¿Perfectos? Imagen 1

    «Vosotros, pues, sed perfectos como vuestro Padre celestial» (Mt 5, 48)

    Al final, el amor

    Tal vez la clave está en no vivir desde el juicio, sino desde la mesa común. No vivir desde la seguridad de  los muros que nos aíslan, sino en la inestabilidad de  los puentes que nos unen. Arriesgarse a pensar, buscar, y a veces dudar (sí, dudar es parte de la fe). La perfección que se nos pide es en el amor, no en el ego. Y en ésa, el horizonte es Dios. Y en esa perfección el otro cabe. Porque el perfecto es Dios, que hace llover sobre justos e injustos…y mi reto, mi misión, mi milagro es amar lo mejor que sé (no más, pero tampoco menos). Al final, nos toca aceptar una porción de incertidumbre, de búsqueda y de zozobra y de escucha del otro…

    ¿Amo lo mejor que sé? 

    ¿Acepto enfrentarme a la duda, a veces la necesidad de profundizar y aceptar luchas y perplejidades en mi búsqueda de Dios?

    Respuesta al examen del maniqueo

     

    Si tú mismo te examinas, el examen no es válido.

    Las reglas no son esas, ni siquiera el asunto.

    Al medirte con la vara de tu fanatismo

    te conviertes en una víctima, no en un penitente. 

    Pero el asunto es el amor,

    sobre el que no hay definiciones ni escrutinios,

    el amor que está viviendo en ti

    (como en toda criatura)

    una vida sufriente y misteriosa.

    Por él serás juzgado, y tú no sabes

    dónde están los tesoros,

    los desiertos, las miserias, los espantos,

    ni las silenciosas comuniones, ni las grandes alegrías

    del amor que en ti padece.

     

    Nada sabes, salvo que

    tenemos, simultáneamente,

    que velar y confiar.

    Espera. Vive.

     

    Sirve.

     

    Cintio Vitier

     
    1
    2
    socialnetworks
    0
    s2smodern
    twitter button
    facebook button
    Compartir
    pinterest button
    linkedin button
    tumblr button
    tipos de contenido
    Artículos
    Vídeos
    Reflexiones
    Oraciones
    Libros
    Películas
    Música
    Oraciones en grupo
    facebook twitter instagram youtube Somos Contacta
    Si alguna imagen infringe derechos de autor, notifíquenoslo y la retiraremos inmediatamente.
    Licencia Creative Commons
    desarrollado por sjdigital

    ¿Quiénes somos PSJ?

    Pastoralsj es un proyecto vinculado a la Compañía de Jesús. Realizado con la colaboración de un enorme equipo de gentes de Iglesia, buscamos acercarnos, con una mirada y una sensibilidad creyente, al mundo de hoy. Queremos hacer pensar, ayudar a creer, ser críticos, lúcidos y capaces de ofrecer espacios de diálogo y encuentro.

    Con nuestras propuestas intentamos llegar a personas diferentes. Jóvenes y adultos; creyentes convencidos, y buscadores llenos de dudas; gente, en todo caso, inquieta y con ganas de formarse. Queremos ayudar a traducir en imágenes, lenguaje y contextos cotidianos la fe; y también a intuir la huella de Dios detrás de los acontecimientos de cada día. Para eso, ofrecemos reflexiones, artículos y vídeos al hilo de la actualidad; también tenemos un amplio abanico de recursos para la pastoral, oraciones, lecturas, o películas, que permitan trabajar en diversos contextos. Esperamos que todo esto os sirva y ayude.

    Gracias