Jano falleció en 2016 después de vivir y luchar contra la ELA de modo extraordinario.
Hay etapas de la vida que son «cuesta arriba», en que parece que todo se complica. Hay días en que uno se levanta y no es capaz de sonreír. Pero… ¿deberíamos vivir así?, ¿deberíamos dejar que los agobios del día nos superasen? Creo que no, estamos invitados a vivir con intensidad y disfrutar de los pequeños detalles de la vida. Empecemos a vivir y dejemos de sobrevivir.