La montaña de los siete círculos
Sinopsis
En los 60 años que han pasado desde su publicación en 1948 esta obra se ha convertido ya en un “clásico” de la literatura espiritual.
¿Por qué leer "La montaña de los siete círculos"?
Reconocida como una de las obras más influyentes en nuestro tiempo, ha transformado la vida de miles de personas. Después de una infancia viajera y una juventud alocada, Merton, que nunca fue bautizado ni había recibido formación religiosa, comenzó a sentirse atraído por la fe católica. La profundización en su conocimiento de la religión le llevó a convertirse al catolicismo y a entrar finalmente en la orden trapense, la más ascética de las órdenes monásticas. Esta autobiografía fue escrita a instancias de su superior en la abadía de Nuestra Señora de Getsemaní, Kentucky, donde llevaba una vida volcada en la oración y la contemplación. ¿Qué fuego ardía dentro de este hombre? Pocos escritores de obras espirituales alcanzan la altura literaria de Merton, que destaca por su exquisista sensibilidad, lo que unido a sus hondas reflexiones convierten su obra en una lectura conmovedora para todo el que se sienta “herido de Absoluto”, “buscador” incansable de Dios.
“Dios hizo un domingo muy bello. Y puesto que era la primera vez que había pasado realmente un domingo sobrio en Nueva York, me sorprendí de la atmósfera pura y tranquila de las calles vacías de la parte alta de la ciudad. El sol estaba resplandeciente. Al final de la calle, cuando salí por la puerta principal, pude ver una explosión de verdor, el río azul y las colinas de Jersey al otro lado. Broadway estaba vacío. Entonces, desde la torre alta, gris y lujosa de la iglesia Rockefeller, campanas enormes empezaron a repicar. ¡Qué brillante me parecía el pequeño edificio! La gente entraba por la puerta abierta, hacia la fresca oscuridad y, de repente, todas las iglesias de Italia y Francia se me aparecieron. Hasta ahora no había conocido más que la superficie exterior. Lo que me impresionó más fue que el local estaba lleno, absolutamente lleno…”.