- Porque las películas de dibujos consiguen tocar mucho más nuestra sensibilidad al renacer en nosotros el niño que llevamos dentro.
- Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, así como ver la realidad que vivimos socialmente si nos la ponen tan ajena como en un reino de Rosas. Pues como propone san Ignacio en los ejercicios espirituales, si vemos desde fuera los problemas, entenderemos mejor la posible solución.
- Porque aunque el sueño de pedirle deseos a las estrellas es universal, esta película nos puede resultar más familiar al estar inspirada en referencias españolas: la Torre del Oro, las castañuelas y las sevillanas…
