Vivir a contracorriente

Pintores donde ya nadie contempla la belleza.

Filósofos que hacen preguntas

a quien prefiere no escuchar.

Maestros de quien piensa que todo lo sabe

y médicos para quien no se quiere curar.

 

Estudiantes exhaustos en bibliotecas vacías.

Jardineros alegres en tiempos de sequía.

Escritores señalados que pocos saben valorar

y tímidos mensajeros

de la mejor de todas las noticias.

 

Caminantes en medio del desierto.

Soldados en una batalla a medio librar.

Locos por la causa más justa

y amigos de quien nadie quiere abrazar.

 

Corazones inquietos ganando al sinsentido existencial.

Leales cuando demasiados quieren abandonar.

Escaladores cuando todos descienden.

y tan frágiles que da miedo avanzar.

 

Profetas en un mundo

que se aparta de la fe,

donde la esperanza late en la realidad.

Y apasionados por un pueblo 

que a veces menosprecia el amor y la verdad.

 

Viviendo a contracorriente por el Reino,

hacia la vida y hacia el más allá,

y llamados por un Jesús 

que nos convoca en la intemperie

y que jamás nos va a abandonar.

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