Cruz, clavada en la historia,
Inmutable, firme contra el viento,
Y mientras el mundo gira,
Tu Cristo me guía al cielo.
Cruz, que no te comprendo,
¿Por qué estás en mi camino?,
Y acoges mi pecado,
Para conducir mi vida a lo eterno.
Cruz, que llegas a lo profundo,
Y hasta el horizonte queda envuelto,
Y tu madero empapa,
Las lágrimas del mundo entero.
Cruz, que te sigo mirando,
Y me sigues dando vértigo,
Pero en tus brazos sostienes,
La esperanza de todo un pueblo.
Cruz, bájalo de ahí arriba,
Para que me abrace por completo,
Porque la noche es fría,
Y necesito sentir su aliento.