Pascua

Mirar. Clavar los ojos

en el Dios que se muere revelando, 

en el dolor extremo,

que es extremo su amor crucificado.

Mirar, 

como empaparse de Dios y dejar luego

que se abra una herida en mi costado

y mi yo se derrame gota a gota,- 

-agua y sangre-, callando,

al que quiera beberlo

sin llamar,  sin pagarlo.

 

Que soy agua de Dios, 

continuamente manando;

pero puedo ser sangre, amor ardiente.,

regalo.

La muerte se hace vida

y el dolor santuario

y campana de gloria

repicando.

¿Dónde estais los que lloran?

Venid volando.

La campana es por vosotros.

A todos os atraigo.

 

Mirad al Traspasado!

Y sentir que me dicen: ¡Haced esto!

Y yo lo hago.

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