Luz que brilla en la tiniebla
Y que la tiniebla no conoce.
Dios que es luz sin tiniebla alguna.
Luz que ilumina y deslumbra a quien la descubre,
Que resplandece, se va y permanece para ser buscada.
Luz que no alumbra escenarios, ruinas o monumentos,
Sino que ilumina respuestas concretas
Que forjan historias en las que Dios reina.
Luz que no se apaga, que se contagia,
Pero precisa de cera y aceite para conservarse y avivarse.
Luz que puedes descuidar y perder,
Pero que siempre renace,
Pues tiene fuerza de resurrección.
Luz en la que estás llamado a vivir,
La que debes cuidar y acrecentar
Para poder iluminar.
Luz que se aviva y comparte en comunidad,
Destello celestial que resta temor al mundo
Y apunta al horizonte hacia el que caminar.
Procesión de luces encendidas
Del fuego en el que no hay tinieblas.
Camino y marcha de aquellos
Que reconocen lo que la oscuridad ignora
Aunque sigan luchando contra ella.
¡Luz para alumbrar a las naciones
Y gloria de tu Pueblo Israel!
Dani Cuesta sj