La esperanza de Dios

La esperanza de Dios 

no habla de utopías 

ni de realidades que no existen

ni de mundos paralelos.

 

La esperanza de Dios

no habita en el optimismo vacío,

ni en las frases hechas

que no nos llevan a nada.

 

La esperanza de Dios

no la traen los mesías que anuncian catástrofes

ni las ideologías que gritan

y dividen el mundo en bandos.

 

La esperanza de Dios 

viene a través del mensajero humilde,

y del sabio que sabe mirar

al cielo y al mañana, 

con fe en Dios y en el hombre,

y con grandes dosis de amor.

 

La esperanza auténtica

la trae el Salvador.

la esperanza auténtica

la trae un niño llamado Dios.

Te puede interesar