El espacio del Reino no es un cálido y cómodo rincón desvinculado de la vida. No es una burbuja espiritual para la paz interior. El espacio del Reino está hecho de exponerse, arriesgar, implicarse, complicarse, enamorarse y reír, sufrir, luchar y a ratos ganar o perder, sabiendo que, allá donde vayamos, tú vas con nosotros.
No pasa nada por vivir a la intemperie, si en la incertidumbre somos capaces de volvernos a ti para que guíes nuestros pasos. En nuestro mundo de seguridades y certezas necesitamos rezar para pedirte la lucidez de quien arriesga, la sabiduría de quien nada posee y la valentía de quien todo lo sueña posible. …