Nos acercamos a la celebración de Pentecostés, la fiesta del Espíritu. Es la presencia de Dios entre nosotros. ¿Qué es el espíritu? ¿Fuerza? ¿Pasión? ¿Energía? ¿Voz? ¿Silencio? Es eso y no lo es… Es el aliento de Dios en nosotros, ese vínculo que nos une a El, salvando el tiempo, la distancia y la profundidad. Y cuando le dejamos habitar en nosotros, no nos anula, sino que nos ayuda a encontrar la vida más plena, más profunda, más apasionante