No enmascaremos la vida

Ahora que se acerca el carnaval, y que tal vez yo mismo en estos días me disfrazaré, puedo dedicar este rato de oración a entender cómo la vida, la vida real, va más allá de las máscaras o de los fingimientos… Que los disfraces están bien para un día, para jugar, por un rato a ser quien no soy, pero que lo importante, luego, en el día a día, es ir aprendiendo a quitarse las caretas y ofrecer, a Dios y a los otros, nuestra verdad frágil y desnuda…