Así podemos dejarnos estar. En manos de Dios. Sabiendo que nos modela, nos va puliendo y ayudando a brillar. Sabiendo que Dios nos abraza sin anularnos, nos empuja sin dañarnos,nos acaricia sin mentirnos y nos roza sin obligarnos. Querríamos dejarnos modelar, aunque a veces somos barro díscolo, y una y otra vez le esquivamos… Pero con todas nuestras grietas y fallas, queremos dejarnos estar en tus manos….