Hay a menudo muchas historias, encuentros, desencuentros en nuestras vidas… Mucha necesidad de reconciliar lo que se nos ha podido romper o agrietar:con Dios, con los otros, con uno mismo… Este tiempo de Cuaresma es una ocasión para orar y pedir a Dios que nos dé capacidad para dar los pasos necesarios, para no quedarnos en la distancia, dejando que las historias sigan rotas. Es tiempo de abrazar,de perdonar, de querer…