Gestos, miradas, detalles, palabras o silencios… hay infinidad de caminos para la ternura, para esos momentos que suponen encuentro y vida. Dios también es un Dios que se expresa con paciencia, con un amor sencillo, delicado, pero real e incondicional. Ojalá ese Dios sea para nosotros fuente, y así aprendamos a ser cauce para hacer un mundo más humano. …