Siempre hay caminos nuevos para la esperanza. Para mantener la ilusión y la fe. Para construir la justicia y la paz. Para proclamar a Dios. Para anunciar un mundo bueno, una tierra nueva en la que todos tenemos un lugar, un sentido, una misión. Y esos caminos se construyen y se preparan, se pelean y se encuentran, se abren y se recorren. Siempre nuevos, siempre eternos..