El mundo se afana en comprenderlo todo, solucionar los problemas y asegurar el futuro para vivir tranquilos. Sabemos llegar a la luna pero nos cuesta explicar por qué un beso nos eriza la piel y un abrazo nos reconforta, o por qué pedir perdón y decir te quiero cuesta casi tanto como lo necesitamos.
¿Por qué no buscar una ciencia distinta y abandonarnos en una lógica incierta? Pues el corazón no entiende de números, ni el amor de fórmulas, ni Dios, de razones.
Colplay (A Rush of Blood to the Head)