¿Alguna vez has sentido en tu vida la confianza para poder darte completamente a otra persona? ¿Y al revés?
No hablemos de lo material, dejar algo está bien, pero vayamos un poco más allá.
Hablamos de dejar las piernas para que ese alguien descanse en ti.
Hablamos de dejar lo que estás haciendo para jugar y hacerle sonreír, hacerle feliz.
Y un poquito más allá…regalar las fuerzas, muchas veces escasean pero ¿hacemos ese esfuerzo por estar con una persona que lo necesita aun estando muy cansados?
Todos estos regalos no son más que una prueba de fe en alguien a quien amamos hasta morir, nos suena ¿verdad?
Ojalá resuene más en nuestras vidas la frase: “Aquí estoy cuando tú quieras”

Carla Morrison (Amor supremo desnudo)

Déjame tomarte de la mano
Déjame mirarte a los ojos
Déjame a través de mi mirada
darte todo mi esplendor
Déjame quedarme aquí
Déjame besarte ahí
donde guardas tus secretos
Los más oscuros y los más bellos
Te regalo mis piernas
Recuesta tu cabeza en ellas
Te regalo mis fuerzas
Úsalas cada que no tengas
Te regalo las piezas
Que a mi alma conforman
Que nunca nada te haga falta a ti
Te voy a amar hasta morir
Te voy a amar hasta morir

Déjame jugar contigo
Déjame hacerte sonreír
Déjame darte de mi dulzura
Pa’ que sientas lo que sentí
Déjame cuidarte, déjame abrazarte
Déjame enseñarte todo lo que tengo
pa’ hacerte muy feliz
Te regalo mis piernas
Recuesta tu cabeza en ellas
Te regalo mis fuerzas
Úsalas cada que no tengas
Te regalo las piezas
Que a mi alma conforman
Que nunca nada te haga falta a ti
Te voy a amar hasta morir

Te regalo mis piernas
Recuesta tu cabeza en ellas
Te regalo mis fuerzas
Úsalas cada que no tengas
Te regalo las piezas
Que a mi alma conforman
Que nunca nada te haga falta a ti
Te voy a amar hasta morir
Te voy a amar hasta morir
Te voy a amar hasta morir

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