Depende la edad en la que estés le puedes sacar un partido u otro, pero seguro que no te deja indiferente. Su temática es muy variada, pero en todos los capítulos se hace referencia a esos aprendizajes que todos tenemos que hacer si queremos llegar más lejos de lo ya alcanzado en la vida o queremos empujar a otros a hacerlo. Aunque sus referencias y ejemplos aluden más al mundo de la empresa y a la vida y ejemplo de los grandes líderes de la historia, no cuesta nada hacer su traducción a nuestro campo más personal o pastoral. Creo que la clave que recorre todo el libro, y donde éste aporta valiosísimas pistas y herramientas para trabajar, podría formularse como sigue: nuestra vida personal y nuestro trabajo más pastoral pasan necesariamente por la relación con uno mismo y con los otros, y es en la gestión que hagamos de ambas cosas donde se juega el éxito o el fracaso de nuestra vida y de ese proyecto o proyectos pastorales que tratamos de empujar.
“En todo ser humano hay algo noble, heroico y admirable. ¡Y son muy pocos los que obtienen el merecido reconocimiento! Casi todos obtienen infinitamente menos de lo que les correspondería. Y, en el fondo, todos somos conscientes de este destino amargo, de esta injusticia abismal, connatural a la existencia. Una injusticia metafísica, que ninguna revolución ni ninguna reforma pueden eliminar. De hecho, sólo puede ser redimida por el modo con que cada uno de nosotros se relaciona con el otro, respetando su dignidad, apreciando su trabajo y haciendo justicia a aquello que hay en él de elevado y valioso”.