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 Si hay un mundo cerrado y necesitado que precisa de nuestra presencia y compromiso como cristianos éste es el mundo de la cárcel. Son muchas las barreras y prejuicios sociales que hay que romper para adentrarse en él, pero es la voz de “Dios preso” la que sigue urgiéndonos a hacerlo.

Se trata de un libro que nace del acompañamiento que el autor ha hecho, a lo largo de varios años, a muchas personas y grupos de voluntarios cristianos presentes en el mundo de la cárcel. ¿Cómo alumbrar el fracaso que la existencia de las cárceles representa para las sociedades democráticas?; ¿qué palabra de promesa y esperanza brota de la Biblia y de la praxis de Jesús para las personas encarceladas?; ¿cuáles son los raíles por donde debe avanzar la acción de los grupos cristianos que viven su compromiso en la cárcel? Éstas y muchas más son las preguntas a las que Xabier Pikaza trata de responder. Empezar por el último capítulo, en el que se describen los criterios con los que nuestra sociedad actúa sobre las personas encarceladas y cómo debe la iglesia posicionarse frente a ellos desde el evangelio, facilitará la comprensión del libro y animará a la lectura de los otros capítulos.

 “El estado puede endurecer sus leyes, buscando sólo el bien de los “buenos ciudadanos”…; pero, si una mayoría de cristianos y otros muchos hombres y mujeres de “buena humanidad” acogen y visitan de un modo eficaz a los exiliados y encarcelados, cambiará la ley, se transformará la misma sociedad. En principio, la visita no cuestiona el sistema de las prisiones, pero allí donde la sociedad civil “expulsa” la iglesia acoge: ella no juzga, no impone, no condena, pero invierte la dinámica de sometimiento y de poder del mundo…”.

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Editorial

Secretariado Trinitario

Año de publicación

2005

Páginas

428

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