Se trata del tercer libro de la colección Nocturlabio, que busca ayudar al lector a vivir la vida con profundidad, a tomársela más en serio. A través de una pluma rápida, abrumadora y estilosa, Malavia hace viajar a cada lector hasta las profundidades de la existencia humana. Y es ahí, en los entresijos de la fe y de la duda humana, cuando emerge la vida con mayúsculas, cuando el deseo escapa de la razón y el ser humano se encuentra con lo más sublime de nuestra frágil existencia.
«¿Lo notas? Es un absoluto incendio. Cuando creía que jamás viviría algo así, se entregó a su vocación por pura felicidad. Trabajó mucho, sorteó todas las incomprensiones y consiguió vencer. Por supuesto, es casi un milagro que lo consiguiera, pues la práctica totalidad de los artistas lo son sin que el mundo intuya jamás un hálito de su ser. Y todos se entregan en cuerpo y alma para levantar la cabeza y sacarla a flote en un océano de deseo.
No, no basta con desear para vencer. Pero es la condición primera: desear con todas las entrañas. Ella deseó, luchó y venció. Ahora, lo que su corazón alumbra toca muchos otros corazones. Es un milagro y ella lo sabe. Además, es una artista auténtica y no va a desviar el camino ni a perder su esencia por una falsa fama. El suyo es un triunfo de todos. Por eso, ahora mismo, lloramos en silencio con ella y desde ella.»